«ES IMPORTANTE QUE LOS NIÑOS APRENDAN A REZAR»
En la
audiencia general de la mañana de este miércoles, el Papa Francisco continuó
con el ciclo de catequesis sobre la oración. Entre sus consideraciones destaca
la importancia que dio a la necesidad de enseñar a los niños a rezar.
El Pontífice
indicó que «el plan de Dios para la humanidad es bueno, pero en nuestra vida
diaria experimentamos la presencia del mal».
Tras hacer referencia a los
primeros capítulos de la Biblia donde se ve a los hombres obrando el mal, el
Papa recordó que «también está escrita otra historia, menos llamativa, mucho
más humilde y devota, que representa el rescate de la esperanza. Aunque casi todos se comportan
con brutalidad, haciendo del odio y la conquista el gran motor
de las vivencias humanas, hay personas capaces de rezar a Dios con sinceridad, capaces de escribir
de otra manera el destino del hombre». Y añade: «uno tiene la impresión de que la oración sea
el dique, el refugio del hombre ante la oleada de maldad que
crece en el mundo».
El Papa aseguró que «también rezamos para ser salvados
de nosotros mismos. Es importante rezar: “Señor, por favor,
sálvame de mí mismo, de mis ambiciones, de mis pasiones”».
Francisco afirmó que «la oración cultiva prados de
renacimiento en lugares donde el odio del hombre solo ha sido capaz de
ensanchar el desierto. Y la oración es poderosa, porque atrae
el poder de Dios y el poder de Dios da siempre vida; siempre. Es el Dios de la
vida y hace renacer».
Tras relatar una anécdota
personal, el Obispo de Roma enfatizó la necesidad de enseñar a los niños a
rezar:
«La oración siembra vida, la
pequeña oración: por eso es tan importante enseñar a los niños a rezar. Me
duele cuando me encuentro con niños que no saben hacerse la señal de la cruz.
Hay que enseñarles a hacer bien la señal de la cruz, porque es la primera
oración. Es importante que los niños aprendan a rezar. Luego, a lo mejor,
pueden olvidarse, tomar otro camino; pero las primeras oraciones
aprendidas de niño permanecen en el corazón, porque son una semilla de vida,
la semilla del diálogo con Dios».
Por último, el Papa dijo que
«la oración abre la puerta a Dios, transformando nuestro corazón tantas veces de
piedra, en un corazón humano. Y se necesita mucha humanidad, y con la humanidad
se reza bien».
Fuente: Infocatólica.com