El chocolate es uno de los ingredientes más apreciados por todo el
mundo, fue explotado hace siglos por civilizaciones de Mesoamérica, a
partir de granos de cacao, y cultivado por pueblos precolombinos como
los mayas y los aztecas, quienes lo utilizaron como un componente básico
con propiedades medicinales y energizantes.
Además de ser uno de
los sabores más populares, también es una de las mejores fuentes de
antioxidantes, distintos estudios muestran los beneficios del chocolate
oscuro (igual conocido como chocolate amargo) para mejorar la salud.
BENEFICIA LA SALUD CARDIOVASCULAR
El
chocolate es rico en polifenoles, flavonoides y catequinas, compuestos
antioxidantes que pueden mejorar el flujo sanguíneo y disminuir la
presión arterial, asimismo aumenta el colesterol HDL (o bueno) y ayuda a
disminuir el LDL o colesterol "malo". También actúa como un potente
antiinflamatorio. La inflamación es el origen de muchas enfermedades
crónicas, como enfermedades del corazón, presión arterial alta,
accidente cerebrovascular, enfermedad renal e incluso diabetes tipo 2.
PODER ANTIENVEJECIMIENTO
Los
componentes bioactivos del chocolate amargo actúan como factor
protector contra los efectos negativos de la radiación ultravioleta; el
sol es uno de los principales factores de envejecimiento prematuro, de
esta manera, el cacao puede ser un buen aliado para mejorar la textura,
la densidad, el grosor de la piel y prevenir la aparición temprana de
arrugas. Es importante tener en cuenta que la mayoría de estas
propiedades beneficiosas se encuentran principalmente en el grano de
cacao sin procesar, rara vez en las barras de chocolate comercial.
MEJORA LAS FUNCIONES COGNITIVAS
El
consumo regular de cacao podría beneficiar las funciones cerebrales y
la fluidez verbal así como las funciones cognitivas en personas mayores
con algún tipo de discapacidad intelectual. Por otro lado, el chocolate
contiene sustancias que estimulan el sistema nervioso (cafeína y
teobromina) lo que nos ayuda a mantenernos alerta y con una mejor la
función cerebral a corto plazo. Considera que si bien es un alimento muy
nutritivo, también es calórico por lo que deberás limitar su ingesta de
acuerdo a tus requerimientos diarios de energía.
Recomendaciones generales:
1. Procura chocolates de buena calidad (más de 70% cacao).
2. Prefiere aquellos sin crema, leche o azúcar añadida.
3.
Evita las barras de chocolate comerciales pues suelen contener
ingredientes -muy- procesados y grasas no saludables (hidrogenadas).
4. El polvo de cacao (sin azúcar) es una excelente opción para licuados, postres y yogures con fruta.
5. El chocolate debe almacenarse lejos de otros alimentos, ya que puede absorber fácilmente otros aromas.
Fuente: El Universal
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